Capítulo 144
A mediodía, Alberto no almorzó con Lourdes, sino que se encontró con Xavier en Isla del Sabor.
Alberto aún no había llegado, y Xavier, con su prominente barriga, esperaba en la orilla. En cuanto se encontraron, Xavier le dio un gran abrazo.
—¡Alberto, hermano, te he echado de menos, jajaja!
Xavier se mostró exageradamente efusivo.—Si fueras una mujer, de verdad que te daría un beso.
Alberto mostró una expresión de disgusto y pensó.
¿Es necesario tanto drama? Pero al recordar el problema de Xavier, lo comprendió.
Se dice que uno no debe cambiar en la pobreza ni corromperse en la riqueza. Siendo incapaz de corromperse, ¿de qué sirve tanta riqueza?
Xavier, siendo un heredero extremadamente rico, solo podía sacudir la cabeza al ver a una mujer. Casi a los treinta, no se atrevía a tener una novia, con sufrimientos que solo él entendía.
—Vamos, vamos, hermano, te he preparado unos buenos platos y unas botellas de buen vino.
Ambos entraron en una habitación privada, y hoy Xavier no había inv
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