Capítulo 75

María se sentó en el suelo, fingiendo limpiarse las lágrimas y escuchando cómo todos insultaban a Alejandro. Se sentía radiante. Quería reírse. Pero... En ese momento, no podía permitirse reír. ¡Aguanta! Alejandro, enfrentándose a las críticas de la multitud, estaba desesperado. Lo que era un problema entre él y María se había convertido en un espectáculo público, poniéndolo en el centro de la tormenta y recibiendo insultos de todos lados. Era simplemente inaguantable. Si no fuera porque María era una mujer, la habría golpeado hasta que su madre no la reconociera. ¡María, maldita sea! ¡Todo lo que decía era mentira! Aunque trató de explicar la situación a la gente, nadie lo escuchaba. Incluso alguien le arrojó basura a la cara. Primero uno, luego otro, y así sucesivamente. Cuando finalmente pudo abrir los ojos y ver algo, ya había pasado media hora. Afortunadamente, la policía llegó a tiempo para evitar que la situación se convirtiera en un desastre aún mayor. María, la causante de tod