Capítulo 72

Leticia llamaba a María "señorita García" y no "señora Fernández". Porque, en su opinión, solo ella merecía ese título. Ninguna otra mujer, especialmente María, era digna de ser llamada así. Para Leticia, María solo se casó con Alejandro gracias a los favores que había hecho a la familia Fernández. Alejandro nunca la quiso; él estaba enamorado de Leticia. ¿Con qué derecho María ocupaba ese lugar? ¡No se lo merecía! En realidad, ni siquiera diez mujeres como María serían dignas de Alejandro. Pretender tenerlo solo para ella era, cuanto menos, una osadía desmedida. Alejandro, de pie, irradiaba una presencia intimidante. Su mirada, llena de una furia palpable, se dirigía hacia María con una intensidad que la hizo estremecer. Ella sentía que, si estuviera más cerca, Alejandro la mataría con sus propias manos. En su mente, Alejandro ya había tomado una decisión: Leticia tenía la razón. Entonces... ¿De qué serviría que ella se explicara? ¿Tendría algún efecto? ¡Qué absurdo! Leticia, aferrada