Capítulo 49
Roberto miró fríamente y preguntó: —¿Qué haces aquí?
—No tengo nada especial, solo vine a hacerte compañía.
—Puedes irte.
Roberto, cargando una bolsa, caminó hacia dentro, pero Valentín lo siguió diciendo: —Eres muy despiadado, pues yo no me iré.
Valentín, sin vergüenza alguna, entró en el ascensor y echó un vistazo a la bolsa: —¿También compraste agua de miel? ¿Será que la niña está en su período?
Roberto respondió con indiferencia: —Sí.
—Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, no lo creería. Roberto comprando productos femeninos y además agua de miel, qué considerado.
Cabe recordar que Roberto nunca ha sido tan amable y atento con las chicas.
Siempre han sido las chicas las que cuidan de Roberto.
—Más tarde ten cuidado, no vayas a asustar a la niña.
Después de estas instrucciones, Roberto regresó al apartamento y tocó la puerta del baño: —Ya traje lo que necesitas.
Al escuchar su voz, Alicia tardó un poco en acercarse, con la temperatura de su rostro bastante elevada.
Abrió una
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