Capítulo 444
—¿Cómo es que no puedes casarte? Ahora hay igualdad entre hombres y mujeres, convence a papá de que sea más generoso, no tan tacaño... ¡Ay!, ¿por qué me golpeas?
Teresa estaba tan enfadada que sus párpados temblaban sin cesar. Santiago es su enemigo natural.
Santiago mantenía su distancia: —No he dicho nada inapropiado, ¿acaso ya no es necesario el consentimiento de las partes involucradas para comprometerse?
—¡Cállate!
Teresa, furiosa, se masajeaba las sienes. Miró a Roberto y se alejó iracunda.
Necesitaba pensar las cosas con claridad.
Roberto se dirigió a Santiago: —¿Qué haces en el hospital?
—Yo, claro, vine al hospital a consultar a un médico, pero al enterarme de que Alicia había sido golpeada, vine especialmente a verla.
—Ella está perfectamente, no necesita que la visites, tengo otros asuntos que necesito que resuelvas.
Roberto observaba cómo se alejaba la silueta de su madrastra, y dado que ella pudo encontrar el hospital, seguramente la familia Mendoza también estaría al tant

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil