Capítulo 134
Ella notó su expresión amable, y una sensación agria surgió en su corazón.
Alicia bajó los ojos en un gesto de vergüenza: —Raúl está abajo, dice que quiere hablar.
—¿Así que si él te pide que bajes, tú obedeces sin más?
Roberto frunció el ceño: —Él viene por el asunto de la final de mañana, solo quiere pedirte un favor.
—Ya me lo imaginaba.
—Si ya lo sabes, entonces no necesitas bajar.
Su tono fue imperioso, casi como una orden.
En el fondo de Alicia surgió una rebeldía sin motivo, y ella apretó los labios: —Volveré enseguida, tú sigue con lo tuyo.
Después de hablar, cerró la puerta del apartamento.
Roberto la observó cerrar la puerta y se quedó mirando por un largo rato; se masajeó las sienes.
¿Estaba ella mostrando su descontento?
Se giró hacia el balcón, desde donde podía ver perfectamente la dirección de la entrada principal, y allí estaba Raúl, apoyado en su auto.
Con una mano en la barandilla, observó fijamente hacia la entrada.
No pasó mucho tiempo ante
Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil