Capítulo 72

Con cierta torpeza, sequé las lágrimas de Andrea: —¿Por qué de repente te disculpas conmigo así sin más? Andrea me abrazó fuertemente: —No debería haberte ignorado... Su voz era suave y un poco ingenua. Acaricié su cabello con delicadeza: —Eres humana, también tienes emociones. Continué, acomodando a Andrea en mi regazo, mirándola a los ojos con seriedad: —Ahora, ¿puedes decirme qué fue exactamente lo que Diego te dijo? Andrea dudó mucho antes de responder: —Dijo que viniste a nuestra casa, que te haces pasar por mi mamá solo para hacerle frente a él. —Que tan pronto como él te perdone, volverás con él y dejarás de ser mi mamá. —Y entonces ya no me querrás más. Para un niño como Andrea, es difícil discernir si lo que le dicen es verdad o mentira. Solo procesa la información tal como se la presentan... Andrea me quiere mucho. Si algún día la dejara, definitivamente estaría devastada. Andrea bajó la cabeza, sin atreverse a mirarme. No la presioné, solo sonreí: —¿Así que estabas de mal hu