Capítulo 34

Lucia ya se había convertido en su madre. Sin embargo, parecía que eso no era suficiente para él. Diego siempre pensaba en cómo podría llevar su relación con Lucia al siguiente nivel. ¿Pero qué tenía eso que ver conmigo? Lo miré con desdén: —¿Qué quieres decirme con todo esto? —¿Acaso somos tan cercanos? Diego se quedó allí, parado, mirándome sorprendido. Fruncí el ceño, sin esconder el desprecio: —Tú y tu madre, si quieren mejorar su relación, que lo hagan como deseen. —Eso es asunto de ustedes, no tiene nada que ver conmigo. —Por favor, no vengas una y otra vez a darme notificaciones. —No tengo tiempo para perder, ¿entendido? Con eso, me di la vuelta y caminé lejos de él. Al dar unos pasos, me detuve y miré hacia la maestra del jardín de infantes: —Espero que puedan cuidar mejor de sus estudiantes en el futuro. —No sigan permitiendo que se acerque a extraños. Dicho esto, subí al coche. Víctor puso en marcha el automóvil, giró el volante y el coche se incor