Capítulo 35

Jorge no podía escuchar a los demás; estaba completamente enfocado en secar las manos de Selena. Tras terminar, la miró a los ojos. —¿Qué he hecho yo para tener que disculparme con Esther?— frunció el ceño con una mirada sombría. —Si no tengo nada que ver con ella, ¿por qué debería pedirle disculpas? —Pero, ¿no es cierto que ustedes dos van a comprometerse pronto?— Ella no esperaba esa reacción de Jorge. —¿Compromiso? ¿Quién te dijo eso? Jorge jugaba con las manos de Selena, y al ver de nuevo esa cicatriz, aún sentía dolor. Su mujer no debería sufrir tales heridas, y menos aún, heridas causadas por él. —La única persona a la que he fallado en esta vida es a Selena. Su voz resonó con fuerza. —En cuanto a aquellos que difunden rumores falsos sobre una relación inexistente entre Esther y yo, no dejaré pasar a nadie. —Esther no es más que una mascota que mi madre mantiene por aburrimiento, con una imaginación bastante desbordante, soñando con ser la esposa del presidente del Grupo Sánchez.