Capítulo 23

—Nunca me faltan disculpas. Una disculpa tardía no tiene sentido alguno. A Selena no le importa, ni se preocupa por ello. —Jorge, lo digo en serio, lo único que espero de ti es que no te cruces en mi camino. Su presencia perturba su equilibrio emocional. —No niego que todavía tengo sentimientos por ti. —Pero estos sentimientos no durarán mucho más; solo podemos ser desconocidos. Selena prefiere no perder tiempo lidiando con Jorge, pues resulta agotador. Por supuesto, Jorge entiende. De hecho, desde que Ana irrumpió repentinamente en Ciudad del Cielo, Jorge intuía que Selena aparecería. —Si lo hubiera recordado antes, ¿habría sido diferente nuestro final?— le preguntó Jorge. Selena no lo niega, —Sí. —Después de la muerte de nuestro hijo, si hubieras podido creer en mí o recordar los sucesos pasados, nuestro destino habría sido otro. Mencionar a ese hijo que no nació desgarra el corazón de Selena. Ese niño es su dolor eterno, incluso más agudo que la desconfianza de Jorge. Dicen que un h