Capítulo 51: Si la tocas, te casas

Eduardo condujo un trecho y dejó a Silvia en Grupo Iberia. Ella, llevando a Empanadilla, bajó del coche y se despidió de él inclinándose para agitar la mano. Por otro lado, Federico, que había llegado a Grupo Iberia en busca de Ángel, justo presenció esta escena. Levantó una ceja y fue el primero en entrar a la empresa. Visitar a Ángel era habitual para él, así que subió directamente sin avisar y tocó la puerta. Ángel: —Adelante. Federico empujó la puerta y entró. Ángel levantó la mirada y lo vio: —Toma asiento.— Continuó ocupado revisando unos documentos. Federico, sin ceremonias, se preparó un café con la máquina de la oficina, tomó un sorbo y luego comentó casualmente: —Parece que a la secretaria Silvia no le faltan pretendientes. Se fue Mateo y llegó Eduardo. Acabo de ver cómo Eduardo la dejaba en la entrada. ¿Cuándo empezaron a relacionarse? Ángel frunció el ceño ligeramente. Federico, con tono insinuante: —Pero parece que Silvia realmente cae en los gustos de Eduardo. Eduardo,