Capítulo 19: Puedes intentarlo

Ángel mostró indiferencia: —No solo piensas que es una lástima, también crees que la he decepcionado. ¿No has pensado siempre que al final nos casaríamos? Aparte de sus padres, Federico también le había preguntado cuándo planeaba casarse y tener hijos con Silvia. Con intención, Federico dijo: —Silvia, la secretaria, es un plato exquisito en todos los sentidos. Al dejarla libre, los lobos no pueden esperar para devorarla. Temo que te arrepientas cuando sea demasiado tarde y ella haya sido "devorada" por otro. Ángel respondió con frialdad: —Eso no sucederá. —¿No irá con otro? ¿Estás tan seguro? Ángel lo miró de reojo, desinteresado y frío: —Si estás interesado, también puedes intentarlo. —Eres realmente un desgraciado. —Federico alejó su caballo de él, pero entendía por qué Ángel estaba tan seguro: porque durante los últimos tres años, Silvia había sido demasiado sumisa hacia él. En sus ojos y corazón, solo estaba Ángel, y cuando no trabajaba, también giraba en torno a él, casi sin espac