Esta velocidad era asombrosa incluso para el maestro Duque. Había visto a muchos genios en su vida, pero alguien como Fane era algo que nunca antes había presenciado.
La dificultad de esta competencia se había duplicado. Si no hubiera firmado un contrato de confidencialidad con el decano Domínguez antes del inicio de la competencia, incluso sospecharía si el decano Domínguez había revelado previamente los detalles de la competencia a Fane.
El maestro Duque inhaló profundamente y sus manos temblaron ligeramente.
—Cuatro horas...
Fane levantó una ceja y asintió con firmeza.
—Sí, cuatro horas.
El maestro Duque tragó saliva y su respiración estaba algo agitada.
—Eres mucho más talentoso de lo que imaginaba. ¿Acaso vienes del Valle Interno?
Fane negó con la cabeza y no profundizó en ese tema. Si el maestro Duque creía o no que tenía alguna relación con el Valle Interno no era relevante en ese momento.
Fane miró fríamente al maestro Duque y dijo palabra por palabra:
—Como anfitrión y pre