Capítulo 30
La tarde del viernes todos salimos temprano del trabajo y cuatro buses nos esperaban en la entrada del edificio. Nos alineamos para entrar y nos acomodamos en los asientos. Miré por la ventana, pero todavía no veía a Herbert llegar.
—¿Vendrá o no? —preguntó con ansiedad Joey.
—No lo sé —respondí con el ceño fruncido.
—Ay, dios, salimos en cinco minutos, no creo que venga. ¡Mi dinero! —sollozó mi amiga mientras se tapaba la cara con decepción.
—Bueno, si no viene, yo invito el almuerzo todo el mes —le ofrecí, derrotada. La verdad no pensaba que mis palabras lo hubieran convencido realmente.
—¡Señor Wharton, está aquí! —gritó una voz. Levanté la mirada y lo vi bajando las escalares en dirección a los buses junto con Connor y Allie.
—Realmente vino, ¡ganamos! —gritó Joey mientras me agarraba el brazo.
Herbert cruzó miradas conmigo y sentí mariposas en el estómago. ¿Qué pasaba conmigo? ¿Por qué me sentía tan emocionada al ver que sí vendría?
—¡El señor Wharton se quedara tod

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