Elanor se congeló.
“¿Por qué? ¿Qué te hace pensar que yo diría eso?”.
Harvey se levantó y agarró el cheque con una pequeña sonrisa.
“Eres la quinta amante. Nunca llegarás a ser la dama de la familia Bauer...”.
Harvey se dio la vuelta y se fue después de eso.
Mientras las expresiones de Elanor cambiaban constantemente, Rachel entró en la habitación.
Dejó despreocupadamente un cheque delante de Elanor.
Los ojos de Elanor se movieron frenéticamente después de echarle un vistazo.
En ello estaban escritos setenta millones de dólares.
El cheque estaba claramente que ya fue firmado por Harvey.
Los ojos de Elanor se afilaron en una mirada severa.
“¿Qué significa esto?”, preguntó ella con frialdad.
“¿Acaso está intentando sobornarme?”.
“¡Déjame decirte algo! ¡Las mujeres del Joven Amo Bauer nunca pueden ser compradas!”.
“¡Solo vivimos para el Joven Amo Bauer!”.
“Cálmate”.
Rachel tocó el hombro liso de Elanor de forma tranquila.
“El Señor York no planea comprarte”.
“Solo quier