Capítulo 87 Cena, Baldomero fue drogado

Ángeles miró a Ariadna con una sonrisa radiante y le dijo: —Señor Javier, ¿vendrás cuando llegue el momento? Ariadna no respondió, solo levantó ligeramente la barbilla.—Baldomero está detrás de ti. Ángeles se alarmó y se giró rápidamente para mirar, pero no vio a Baldomero en absoluto. Con irritación, Ángeles se volvió para reprenderla, pero Ariadna ya había desaparecido. Ángeles pensó para sí misma: ¿Pero cómo es que esa persona se mueve tan rápido? ¿En un abrir y cerrar de ojos ya se ha ido? La sensación de ostentación y la declaración de posesión que Ángeles había intentado hacer se desvanecieron como un golpe dado en un cojín de algodón. Ya sentía dentro de sí una llama de enojo, y ahora esa llama ardió con más fuerza. Javier, ese hombre, no se engañe pensando que Baldomero lo preferirá realmente solo porque ahora le presta más atención. No tendrá la oportunidad de hacer público su romance con él, ni mucho menos. Ser el amante hombre es aún más despreciable que ser l