Capítulo 81 Como un ave cansada regresando al nido, se lanzó a sus brazos
Ariadna permaneció en su lugar mientras Baldomero se acercaba a ella.—Entonces, ¿le pediré al Señor Javier que me acompañe para llevar a la señorita Ángeles?
Baldomero no deseaba estar a solas en el mismo vagón con Ángeles, por lo que las palabras de Ángel fueron una oportunidad ideal para él.
Además, Ariadna también quería ir a la casa de la familia Romero, lo que se presentaba como una buena ocasión.
Era un verdadero ganar-ganar.
Con toda su caballerosidad, Baldomero abrió la puerta del coche e hizo un gesto invitándola a subir.
Ariadna lo miró sorprendida, luego dirigió su mirada hacia Ángeles, quien sonreía, pero con un leve destello de desdén en sus ojos.
—Señor Javier, ¿por qué no viene a visitarnos a mi casa?—invitó Ángeles, sonriendo de manera encantadora.
—Tú y la señorita Julia son invitadas especiales de Baldomero y del abuelo Ángel, es decir, también son invitadas de la familia Romero,—dijo Ángeles, con una sonrisa cálida y una invitación amable.—Señor Javier, por favor, s
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