Capítulo 934
Los celos transforman a las personas.
Particularmente, la posición en la que Alejandro se encontraba en ese momento.
No es de extrañar que Marta dijera que Alejandro estaba muy solo.
¿Quién podría no sentirse solo cuando es envidiado y manipulado por sus propios familiares?
Ana esperó junto a Eduardo durante varios minutos.
Finalmente, vio a Alejandro, con el torso desnudo y varias heridas vendadas.
Cuando Alejandro lo vio, primero se quedó en shock, y luego su mirada se volvió fría, dirigiéndose rápidamente hacia Eduardo.
Eduardo, quien había llamado a Ana sin el permiso de Alejandro, se sintió algo culpable y no se atrevió a mirarlo: —Voy a comprarle una camiseta de talla grande al presidente Alejandro.
Dicho esto, salió rápidamente de la escena.
—¿Doctor, hay que ingresar al paciente? —Preguntó Ana al médico, dándose cuenta de que su voz temblaba ligeramente.
Sabía por la descripción de Eduardo que Alejandro había sido apuñalado varias veces.
Pero no se esperaba
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