Capítulo 825
—¿Qué más podría ser? —Ana respondió con una risa fría.
No le importaba si él aún sostenía su mano; simplemente se levantó y se dirigió hacia las escaleras.
El lugar donde habían comido con Manuel estaba insuficientemente climatizado; hacía demasiado calor, y ella, sudada y pegajosa, se sentía incómoda, así que decidió ir a darse una ducha primero.
La mirada fría de Alejandro la siguió mientras subía las escaleras.
Ana lo sintió, pero ya no le importaba; si él iba a causar problemas por Patricia, no sería tan fácil intimidarla, y al final podrían simplemente dejar de hablarse.
...
Tres días después.
Ana estaba realizando algunos trabajos de restauración.
De repente, un colega tocó la puerta.
—Ana, alguien te busca; dice ser un compañero de la universidad y parece bastante urgente. ¿Quieres bajar a ver?
Ana dejó lo que estaba haciendo: —Voy a ver.
Bajó las escaleras y en la sala de espera se encontró con Belén.
Cuando Belén vio a Ana, se acercó ansiosamente, con una expresión que altern
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