Capítulo 68
Alejandro vio el video.
En él, Ana interactuaba con el hombre de manera natural y relajada, mucho más claro que en las fotos.
Alejandro frunció ligeramente el ceño y respondió con tres palabras: [¿Estás muy ocioso?]
Eduardo, al ver esas palabras, sintió un escalofrío recorriéndole el cuerpo.
¡No, no estaba ocioso!
Ahora entendía que su jefe probablemente no tenía interés en la señorita González, de lo contrario, no habría sido tan indiferente.
De repente, sintió que su destino estaba en peligro, como si lo fueran a desterrar a algún lugar lejano. Jamás volvería a intentar probar los límites de su jefe.
Sin embargo, ¿acaso a la señorita González tampoco le importaba si el jefe la quería o no?
——
Alejandro se quitó la corbata de un tirón, arrancando un botón de su camisa en el proceso.
Miró el botón caído en el suelo, se agachó y lo recogió.
En la palma de su mano, el botón finamente trabajado brillaba bajo la luz.
Con su pulgar, lo acarició lentamente.
Miró su reloj, eran las ocho y die
Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil