Capítulo 637
Ayer, alguien fue a buscar a Ana.
No obstante, decidieron no comentárselo a la abuela García para no inquietarla, ya que ella puede manejarlo por sí misma.
Ella sonrió con comprensión y asintió, —¡Por supuesto! Haré lo que la abuela diga, no te preocupes. Para mí, lo que la abuela dice es lo más importante, no prestaré atención a lo que digan los demás.
Doña García se tranquilizó con su halago y su inquietud se desvaneció.
A un lado, Antonio sonrió al ver esta escena, consciente de que en momentos cruciales, hay que confiar en la Señora García.
Había estado intentando calmar a Doña García sin éxito.
Ahora, con unas pocas palabras de la Señora García, la calma se restauró.
—
En otra parte de la Casa García.
Kenia llevaba en sus manos un tazón con medicina recién preparada hasta donde estaba Narciso García.
—Amor, la medicina está lista, bébela primero.
Narciso la tomó y bebió de un sorbo.
Luego le devolvió el tazón vacío a Kenia.
Al ver que el semblante de Narciso seguía tenso, Kenia in
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