Capítulo 385
—Lo siento, no he podido cumplir mi promesa hoy; tengo que socializar fuera y regresaré muy tarde por la noche. No me esperes; duerme primero.
Beatriz permaneció de pie un momento, algo desilusionada. —Está bien.
Tras colgar, Beatriz miró su teléfono distraídamente.
La voz de Bryan de hace un momento...
Era muy parecida a la de ambos después de hacer el amor.
Casi sin darse cuenta, soltó una risa. ¿Por qué se le venían esos pensamientos a la cabeza?
Tenía tiempo para revisar el calendario de Mauricio, para ver qué compromisos recientes tenía, aunque solo fuese su humilde asistente, podría preparar algunas cosas necesarias.
Si tenía ese trabajo, ¡debería amarlo y hacerlo lo mejor posible!
——
Los hermanos José regresaron a casa cabizbajos.
Hoy, nadie había ido al hospital.
En su lugar, habían enviado a un sirviente.
Diego, exhausto, al llegar a casa y ver a sus hijos sentados en el sofá, frunció el ceño y preguntó: —¿Por qué no fueron al hospital? ¿Y Ana? ¿No consiguieron un programa de
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