Capítulo 231
Ana se recostó en el coche y, al poco tiempo, se quedó dormida.
Cuando Alejandro vio un rastro de cansancio en la expresión de Ana, recordó la foto que Caio le había enviado ese día, en la que Ana aparecía extremadamente concentrada en su trabajo. Estaba seguro de que cualquiera que viera esa foto no podría apartar la vista.
Parece que aún no la conoce lo suficiente.
Además, ella nunca ha intentado deliberadamente mostrarle su mejor faceta; en su trato diario con él, siempre es sincera, natural y despreocupada.
Sin darse cuenta, su mirada se hizo un poco más intensa en ese momento.
El conductor, al ver la mirada fija de Alejandro hacia Ana, se sorprendió en silencio.
Parece que al presidente García le gusta mucho la señorita Ana.
Hoy incluso vino a recogerla él mismo, y él, que casi todos los días conduce para el presidente García, nunca lo había visto tratar así a una mujer.
Ana, medio dormida, escuchó sonar su teléfono.
El tono de llamada rompió la tranquilidad del coche.
Ana abrió l
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