Capítulo 205

Cuando llegaron a La Villa Estrella del Mar, Ana todavía no había despertado. Alejandro no la despertó. La miró con una mirada fría. Sus labios rojos, bajo la luz de la luna, emanaban una tentadora claridad. El corazón de Alejandro se apretó levemente y apretó sus propios labios. Ana no dormía muy cómoda y ajustó su postura. Entonces, medio adormilada, abrió los ojos. Vio un rostro guapo ampliado frente a ella. Parpadeó, sus largas pestañas temblaban suavemente. —¿Me dormí? Alejandro miró su expresión confundida, encontrándola algo adorable, y murmuró una respuesta afirmativa, con una suavidad que él mismo no percibía. —Creo que escuché algo que dijiste, pero no lo puse en mi cabeza, estaba medio dormida, lo siento. Ana se sintió un poco frustrada. Tal vez estos dos días se había apresurado tanto para restaurar la pintura de Don Hugo que no había descansado bien, y por la noche se sentía adormilada. Además, como no estaba conduciendo ella misma, era más fácil quedarse dormida en el coc