Capítulo 203

Su cabello había crecido mucho, desordenado como un nido de pájaros. En sus ojos no había nada más que el libro en sus manos. —¿Qué es lo que está pasando aquí?—Don Fernando empezó a darse cuenta de que algo no andaba bien. Había visto a Pablo comportarse de manera traviesa y desobediente, incluso como un vago. Pero nunca lo había visto como un verdadero ratón de biblioteca. ¿Podría ser que la persona frente a él no era su nieto? Pablo se rascó la cabeza y miró a Don Fernando con lágrimas de frustración,—¡Abuelo, es demasiado difícil! ¡Realmente es demasiado difícil! ¡No puedo aprender! Pensó que si simplemente quería estudiar, si solo se obligaba a leer, entendería todo. Después de todo, llevaba la sangre de su abuelo. ¿No tenía un poco de talento cuando era niño? ¿Por qué ahora no tenía ni una pizca de ello? Le dolían los ojos y la cabeza. Y aun así, no podía aprender. Al verlo, Don Fernando primero se sorprendió, luego, sin palabras, se acercó,—¿Te has encerrado en la habitación est