Capítulo 154
Caio tiene un dolor de cabeza. —Ella no es la persona que deberías amar. Hay cosas que no puedo contarte. Sería mejor que olvidaras esos sentimientos pronto; yo hablaré con tu abuelo, no te entrometas en los asuntos privados de otros.
—Pero tío, ¡no seas tan excesivo! Me gusta Ana. Después de tantos años, nadie más me ha gustado, solo ella. ¿Qué significa eso de que no es la persona que debería amar? —Pablo no escucha nada.
El pensamiento de un joven es simple: si le gusta alguien, lo persigue, sin importar si debería o no.
—Puedes preguntarle a Ana, pregúntale si podría casarse contigo, o si podría gustarle alguien como tú, —dijo Caio con voz grave.
Pablo se detiene un momento y entrecierra los ojos: —Tío, ¿no será que tú también te has enamorado de Ana? ¿No te acabas de comprometer? ¿No te asusta que se lo diga a Víctor Ortega?
Las reglas de la familia Pérez son distintas a las de otras familias; no está de moda mantener amantes. En la familia Pérez, mantener a cualquier amante está
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