Capítulo 120

Ana observó detenidamente y preguntó: —¿Cómo pudiste ser tan descuidado? ¿Acaso fue durante una escena de lucha? Aunque fuera una escena de pelea, ¿no te parece que el golpe fue demasiado fuerte? —Sí, fue durante una pelea; todos participábamos, tan inmersos en nuestros roles que incluso uno terminó con ambos ojos morados. Me distraje por un instante, de lo contrario, ni siquiera habrían rozado un pelo de mi cabeza. Vamos a casa, ya tengo mucha hambre. —Manuel desvió la mirada, claramente renuente a seguir hablando del asunto. Francisco se mostró más serio. Observó a Manuel con preocupación, mientras Ana aún parecía inquieta. —Soy duro de pelar, no es nada grave. Vamos, mamá nos espera en casa. —¡Extraño la paella que hace mamá! —Manuel parecía a punto de salivar. —Quiero comer todo lo que cocina mamá. Los dos se dirigieron hacia el estacionamiento, mientras Francisco, caminando detrás de sus hermanos, apretaba los puños en secreto. Se sentía un fracaso como hermano mayor. No había p