Capítulo 118
¿Por qué pagar si no se puede pagar?
Ella todavía necesita someterse a cirugía y vivir más tiempo. El ahorro familiar casi se ha agotado; es imposible pagar.
¡Ana es demasiado despreciable!
Sara tira del brazo de Carlos, instándolo a que se marchen rápidamente.
Los ojos de Carlos están rojos, su rostro, pálido y cianótico, muestra resentimiento hacia Alejandro. —¿El presidente García realmente quiere mantener a alguien que destruye las relaciones de los demás a su lado?
—¿Qué, quieres reemplazarme? ¿Acaso no sabes cómo eres? ¿Con qué me comparas? ¿Qué tienes que pueda superarme? — Eduardo responde, despectivo.
¿Este desecho humano piensa que cualquiera puede hacer su trabajo?
Es uno en un millón. Solo con su esfuerzo pudo convertirse en el asistente especial del jefe. Muchos competían por su puesto, y ahora Carlos, un hombre sin habilidades, pretende competir, lo que considera un insulto.
El rostro de Carlos se torna aún más pálido al girarse hacia Ana.
Al ver que Ana lo mira con frial
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