Capítulo 1031
Don Fernando se quedó perplejo al escucharlo. —¿Cómo puedes pensar algo así? Anita, no es tema para bromear.
Ana le contestó con seriedad. —He revisado una y otra vez las dos últimas cartas escritas por doña Isabel. La caligrafía es sin duda la de ella, lo que inicialmente nos llevó a creer que reflejaban sus verdaderas intenciones. Pero en estos días, tras reflexionar, he empezado a dudar que el estilo y el contenido de las cartas coincidan. Estoy bastante segura de que alguien más está manipulando su libertad.
—Enviaré a alguien para investigar esto de inmediato —afirmó don Fernando después de unos momentos de silencio.
Ana agregó. —Por favor, don Fernando, no le digas nada a la abuela García sobre esto. Su salud no soportaría tal golpe y no necesita esta preocupación. En cuanto a doña Isabel... creo que por el momento debemos seguir las indicaciones de las cartas. Planeo ausentarme temporalmente de la ciudad A en unos días.
Ella podía regresar al pueblo por algún tiempo.
Dur
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