Capítulo 76
—En cuanto a la dueña, ahora mismo está en la unidad de cuidados intensivos, y su vida pende de un hilo.
Al recordar cómo lucía la dueña anoche, cubierta de sangre y apenas respirando.
Siento un nudo en la garganta.
Acabo de enterarme de que tenía pruebas en su contra sobre Sebastián traficando personas, pero no me atreví a mencionarlo.
¿Serán capaces estos individuos, por su propio beneficio, de asegurarse de que la dueña nunca despierte?
¿Manipularán la situación para que parezca un caso de homicidio por violencia doméstica?
Sara intervino para añadir: —Si realmente existe evidencia de los crímenes de trata de personas por parte de Sebastián, confío en que el gobierno actuará con severidad, sin tolerancia. El caso seguirá su curso y podemos manejar la percepción pública para minimizar el impacto de estos eventos.
Mis colegas y yo intercambiamos miradas, viendo en los ojos de cada uno la perturbación.
Si el impacto se minimiza, ¿reduciría eso la sentencia de Sebastián y Alejandro?
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