Capítulo 98

Evelynn soltó un grito ahogado y se puso de pie tapándose la boca con la mano. Las lágrimas brillaban en sus ojos cuando Cronos la rodeó con los brazos por la cintura y la acercó a su pecho. Le susurró: "¿Qué te pasa, corazón?". Ella inclinó la cabeza hacia atrás y lo miró a los ojos, que todavía brillaban con lágrimas. "Leo, algo maligno lo tiene". —Mantén la calma, Evelynn, no podemos dejar que Urano sepa nada sobre el paradero de Leo. Tu madre se asegurará de que se mantenga a salvo —Cronos intentó tranquilizarla. Podía sentir el miedo que la recorría al saber que su hijo estaba en peligro. Ella cedió al impulso de acercarse a Leo y asegurarse de que no estuviera asustado. Se relajó y sonrió mientras se conectaba con Cronos, dejándole sentir la ira que venía de su hijo. Cronos le devolvió la sonrisa y susurró: —Mira, ni siquiera le teme a lo que sea que lo tenga. Eso significa que puede encargarse de la amenaza él mismo cuando esté listo. Cronos pensó que la mujer tenía que tener má