Capítulo 80

Lucifer y Amelia estaban nadando en el lago al pie de su pequeña cabaña. Mientras salpicaba a Lucifer, Amelia le dice riendo: “Lu, ¿dónde estabas antes de que me enterara de que estaba emparejada con Silas?” —Mi pequeña diosa, estaba cayendo en desgracia. No habría estado en el estado de ánimo adecuado para ser tu compañero —dijo Lucifer, agarrándola cuando ella pasó nadando junto a él. Sentó a Amelia en su regazo en la zona de chapoteo cerca del borde del lago y dijo: “Ahora cierra los ojos y concéntrate en ver a quién quieres llevar a tu isla. Ahora visualiza que se abre una puerta para ellos y que la persona entra”. Amelia hizo lo que le había ordenado y se concentró en Selene. Antes de que pudiera darse cuenta, una Selene nada feliz estaba parada frente a ellos gritando: “Podrías haberme dejado aparecer en tierra y no en medio del lago. Ahora estoy empapada y todavía hace frío en casa”. “¿Hace frío en casa? ¿No vives en el reino de los dioses?”, quiso saber Amelia. Caminando hacia