Capítulo 31
Escuché todo lo que pasó y lo que se dijo en los últimos momentos. La risa que sale del hombre que sale por la puerta es profunda y retumbante. También es contagiosa. Olvidándome de que no podía hablar en este reino, me río y digo: "Yo tampoco". Lo que termina sonando como una criatura salvaje que intenta gruñir y susurrar al mismo tiempo.
Todos en la habitación se dieron la vuelta y se quedaron mirándome. Isabella está en mi cabeza diciéndome: “Haz algo”. ¿Qué quiere que haga? ¿Saltar de la cama y bailar? Ella comienza a reír y a bailar en mi cabeza diciendo: “¡Oh, diosa, no! Podría asustar a todos y hacerles pensar que perdiste tu mina”. Así que nos quedamos allí mirándolos. De todos modos, no podemos movernos demasiado con todos los tubos y cables que corren por todas partes.
Jacob y Kelp se acercan. Kelp lleva a una chica bonita por la cintura y actúa como si fuera su salvavidas. Debe ser su compañera. Kelp sigue arrastrándola con él y dice: “Oye, pequeño fantasma, has vuelto. Te e

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