La voz de Elliot llegó desde el otro lado del teléfono. "¿Sigues durmiendo?".
"Mmm...". Yvonne tarareó y se dio la vuelta.
Elliot gritó: "¿Son casi las diez y todavía estás durmiendo?".
Su voz fuerte le dio a Yvonne un ligero dolor de cabeza que las venas azules de su frente palpitaron. "¿Qué sucede contigo?".
Quizás Elliot escuchó la impaciencia en el tono de Yvonne. Tosió suavemente y rápidamente ajustó su actitud. "Bueno, hay malas noticias".
"¿Cuáles son las malas noticias?". Yvonne bostezó y preguntó.
Elliot despertó su curiosidad. "¿Recuerdas la tierra que compró el Señor Lancaster hace algún tiempo? La que pertenece al Señor Wright".
"Sí. ¿Qué pasa?". Yvonne abrió los ojos.
Elliot dijo alegremente: "¡Algo le pasó a ese pedazo de tierra!".
"¿Qué?". Yvonne saltó de la cama de repente. Estaba medio dormida pero ahora completamente despierta.
Sostuvo el teléfono con fuerza y preguntó con entusiasmo: "¿Qué pasó?".
“Anoche excavadoras excavaron tumbas antiguas en la tierr