Ya no subestimaban a su oponente. Su deseo de ganar se encendió y una oleada de emoción surgió en sus corazones. Estaban ansiosos por seguir intentándolo.
"¡De nuevo!"
Después de varias derrotas consecutivas, finalmente se dieron cuenta de que los once no eran rival para Lucille por sí sola.
La enorme y aplastante presión causada por la disparidad de fuerzas fue un gran motivador para ellos.
Lo mismo ocurrió con Hugo. Intercambió miradas con James y ambos acordaron en silencio seguir adelante. Los demás fueron detrás de Lucille y se prepararon para aprovechar la oportunidad para lanzar un ataque furtivo.
Los once la habían rodeado impecablemente.
Lucille estaba en el centro del cerco, observando a la agresiva multitud. Ella no entró en pánico en absoluto e incluso levantó los labios con una sonrisa.
Bien. Su espíritu de lucha se había despertado.
Su figura se desdibujó y evadió el ataque desde el frente. Justo cuando ella se hizo a un lado, los hombres detrás de ella aprovecharon la op