Capítulo 38

"La ropa aquí es cara. ¡Vámonos a otro lado!", instó Diane inmediatamente cuando vio a Severin caminando hacia la entrada del gran centro comercial. Severin dio unas palmaditas a la bolsa que llevaba. "¡Esta bolsa está llena de dinero! ¿De qué hay que preocuparse cuando tenemos ciento noventa mil dólares aquí?". En respuesta, Diane lo miró y puso los ojos en blanco. "Por mucho dinero que tengas ahora, sigue siendo importante gastarlo con sensatez. ¿Por qué tienes que actuar como alguien que se hizo rico de la noche a la mañana?". Severin sonrió. "Si soy honesto, realmente no me importa mi ropa, pero las cosas han cambiado ahora. Tengo una esposa y una hija, dos personas a las que no debo dejar sufrir. Nunca te he comprado prendas o regalos, ¡así que lo menos que puedo hacer es gastar como si no hubiera un mañana en ustedes dos! ¡Será solo por esta vez!”. "¡Pfftt!". Sus palabras la divirtieron y sintió que su corazón se calentaba ligeramente. Sin duda, su vida había sido difícil du