Capítulo 27

Julia también sabe qué tipo de persona es Isabel; el hecho de que se atreva a poner en juego su propio patrimonio y la reputación de la familia Rodríguez como garantía, demuestra que este joven realmente posee habilidades auténticas. Dado que la vida de su esposo estaba en peligro, Julia no tuvo más opción que dejar de lado la dignidad de ser la esposa del ministro y disculparse personalmente con Vicente. —Lo siento mucho, señor Vicente, si antes fui grosera. Mi esposo realmente corre peligro de muerte, por favor, olvide lo ocurrido y ayúdenos, la familia Ortega siempre estará en deuda con usted. Isabel se acercó también a Vicente y le susurró: —Por favor, ayude, el ministro Ignacio es una buena persona, un excelente oficial. —Está bien. Vicente asintió, entregó la caja de medicinas que contenía Hierba de Dragón a Isabel para que la guardara, y luego entró a la habitación del hospital. —Señora Julia, ya que ha decidido confiar en este joven, debo advertirle algo desagradable primero: