Capítulo 189

—Jamás prometí tratarles ni actuaré para salvarlos. ¿Amenazarme? ¿Y tú quién crees que eres? La mirada de Vicente se volvió gélida, y sin ganas de perder más palabras con Cipriano, adoptó una postura firme. —¿Qué has dicho? Cipriano frunció el ceño, su mirada brillaba con un frío destello, y el ambiente en la sala de hospital se cargó de tensión instantáneamente. —¿Eres sordo? No quiero repetirlo. Ante la mirada asesina de Cipriano, Vicente respondió imperturbable. —¡Bien! ¡Eso es! Tienes agallas, atreviéndote a enfrentarte a mí. Hacía tiempo que no veía a alguien tan audaz. Cipriano soltó una risa fría, ya con intenciones asesinas. —Insensato, te di la oportunidad de ganarte el favor de la familia Fernández y no supiste apreciarla. Si es así, entonces eres completamente inútil, un desecho que debe morir. —No tenía intención de dejarte salir vivo de Ciudad A. dijo Vicente con calma. Al escuchar esto, Cipriano se sorprendió y exclamó: —¿También quieres matarme? Seguido, Ciprian