Capítulo 136
La familia Herrera había vendido su casa y ahora residía en el casco antiguo, un área caracterizada por edificios bajos y en ruinas, calles estrechas y un olor fétido persistente que llenaba el aire, impidiendo el acceso de vehículos.
—Vicente, lamento mucho hacerte venir a un lugar como este, hasta tus zapatos se ensuciaron.
—dijo Natalia apresuradamente al notar el ceño fruncido de Vicente.
—Natalia, no te equivoques, solo me duele verlos en esta situación; antes tenían una gran casa y ahora, por culpa de sus propios familiares, deben vivir en estas condiciones.
—dijo Vicente.
Al hablar de esto, Natalia mostró una visible vergüenza: —Es mi culpa, no supe juzgar bien a las personas, mi debilidad me llevó a ser engañada. Nunca imaginé que mi propio hermano nos traicionaría de esta manera.
—Natalia, no te culpes, no es tu error, es difícil conocer realmente a las personas. Yo les ayudaré a recuperar ese dinero.
—Vicente, agradezco tu buena intención. Pero ellos son deudores crónicos; si
Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil