Capítulo 68
Alicia sintió como si su corazón fuera desgarrado al escuchar esas palabras.
Era difícil imaginar cómo, hace cuatro años, Pablo, con fiebre alta, había estado esperando el regreso de su madre, solo para ser informado de que ella ya no quería ocuparse de él.
Un niño de tres años, que tenía que cargar con las mentiras que los adultos tejían a su alrededor.
Eso hizo que Pablo, quien siempre había amado a su madre, desarrollara un resentimiento tan profundo hacia ella.
Los ojos de Alicia se humedecieron, mientras acariciaba suavemente la cabeza de Pablo: —Está bien, no me voy. Ahora tienes la fiebre muy alta, voy a hacerte un tratamiento de enfriamiento, aguanta un poco.
Pablo apretó con fuerza la mano de Alicia, mirando con ojos llorosos: —Prometeme que no te irás cuando me quede dormido.
Al ver a Pablo aferrándose a ella de la misma manera que antes, Alicia sintió una mezcla de alegría y amargura.
Quería abrazarlo fuerte y decirle que durante todos estos años, ella nunca de

Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil