Capítulo 71

¡Bang! De repente, la puerta fue pateada. Braulio escuchó el grito de Mónica, entró de golpe y la vio en el suelo, llenándose de ira de inmediato. Carlos, al ver a Braulio irrumpir, gritó furioso:—¡Fuera! ¿Cómo se atreve un simple conductor a arruinar mi momento? ¿Acaso no quieres vivir...? ¡Slap! Braulio le propinó una bofetada a Carlos. Los gritos se detuvieron de repente. La bofetada fue demasiado rápida. Carlos, cogido por sorpresa, solo sintió el sabor de la sangre en su boca y se inclinó para escupir saliva. Dientes mezclados con sangre caían al suelo. —¿Te atreves a golpearme? Eres solo un conductor, ¿quieres morir? Mientras hablaba, sacó una daga de su cinturón. ¿Una daga de Valtoria? Los pupilos de Braulio se contrajeron, observando fríamente a Carlos. Mónica se levantó del suelo, asustada, y advirtió: —Braulio, tiene un cuchillo, no podemos enfrentarlo. Debemos irnos ya. Carlos, con sangre en la comisura de la boca y una expresión desenfrenada, dijo: —¿Irse? Nadie se va a ir.