Capítulo 299
De otro modo, no habría preferido ser un vagabundo antes que ceder.
—No iré, debí haberlo dicho cuando entraste.
Lamento haber tomado tanto de tu tiempo.
Sebastián lo observaba tranquilo, sin mostrar enfado alguno: —Quiero saber, ¿por qué rechazas la oferta?
Flavio sonrió y respondió: —Solo quiero ser un médico, un verdadero médico.
Mientras decía esto, se enderezó inconscientemente, su voz resonaba con firmeza.
Era su mayor deseo y su motivo de orgullo.
Sebastián lo miró con admiración: —Eres el único verdadero sanador que he conocido.
Dicho esto, se levantó y se marchó.
Flavio agitó la mano despidiéndose y luego comentó a Braulio: —Una falsa alarma, solo venía a preguntar.
Braulio frunció el ceño, percibiendo la admiración de Sebastián por Flavio.
Pero se fue demasiado de prisa.
Siempre sospechaba que había algo más.
Sebastián subió al coche, que arrancó lentamente y se alejó, seguido por los otros vehículos.
Flavio se sintió como si se hubiera quitado un g
Haga clic para copiar el enlace
Descarga la aplicación Webfic para desbloquear contenido aún más emocionante
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil
Encienda la cámara del teléfono para escanear directamente, o copie el enlace y ábralo en su navegador móvil