Capítulo 289
—Si ofendieron a la hija de otra familia, no se quedarán tranquilos.
Su voz resonaba en sus oídos.
De repente, se escucharon golpes en la puerta.
Luego, alguien gritó: —¡Sal, vi que alguien abrió la puerta antes!
¡Ábreme!
Si no abres, ¡romperé la puerta!
Mónica palideció, nerviosa sin saber qué hacer, y se volvió hacia Sara: —¿Qué hacemos?
Sara llevó su dedo índice a los labios.
Shh.
Mónica asintió, cubriéndose la boca, mirando preocupada hacia la puerta.
¡Bang!
¡Bang, bang, bang!
Los golpes en la puerta se hicieron cada vez más fuertes.
El escritorio que bloqueaba la puerta se movía con los impactos, dejando una grieta.
Jorge vio a Mónica dentro y gritó: —¡Mónica, ábreme!
¡La familia Díaz es muy atrevida, se atreven a abusar de Silvia!
Mónica se enfrentaba a una situación así por primera vez y luchaba por mantener la calma: —Presidente Jorge, lamento que esto esté sucediendo.
No quería que ocurriera, Silvia lo sabe, siempre la trato como una invitada de
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