Capítulo 86

Respiraba con dificultad; mi cuerpo permanecía rígido en ese lugar. Adrián no se movió ni dijo nada, pero sus ojos estaban fijos en mí. Para ser exactos, me estaba mirando directamente a los ojos. Nos quedamos así, mirándonos, sin que ninguno de los dos avanzara ni retrocediera. Incluso podía sentir cómo nuestros corazones latían más rápido... Hasta que escuchamos la voz de la vecina fuera de la puerta:—El novio de la nueva inquilina es realmente bueno, mira cómo ha dejado las escaleras tan limpias. Fue entonces cuando volví en mí, empujé a Adrián y rápidamente me alejé hacia la sala. Pero en ese momento no sabía qué hacer, solo me sentía aturdida y confundida. Adrián salió, rompiendo el incómodo silencio de manera muy natural:—¿Esta es la casa antigua de tus padres? Me quedé un poco sorprendida, preguntándome cómo lo sabía, hasta que lo vi caminar hacia la pared donde estaban colgadas las fotos.—Te pareces mucho a cuando eras pequeña. En la pared estaban pegados mis diplomas, y tambié