Capítulo 74

El medicamento es algo maravilloso. Después de aplicarlo, el ardor en mi boca disminuyó considerablemente. A la hora del almuerzo, beber agua ya no fue tan doloroso. Sin embargo, aún no me atrevo a comer, ya que la comida contiene sal y condimentos, y cualquier irritación me causaría dolor nuevamente. —Carmen, tomemos Gazpacho y, para acompañar, comamos Tortilla Española o algunas verduras —dijo Sofía, tratando de cuidarme. Yo sabía que ella era una amante de la carne.—Yo solo tomaré Gazpacho, pide lo que tú prefieras.—respondí. Sofía iba a decir algo más cuando Adrián se acercó.—¿Puedo unirme a ustedes para el almuerzo? —preguntó. Era extraño escuchar a un hombre tan rudo como él decir algo así de manera tan suave. Sin embargo, yo estaba dispuesta a rechazarlo porque me sentía incómoda por lo del medicamento, aunque él lo manejó con total naturalidad. Pero antes de que pudiera decir algo, Sofía, que estaba un poco encaprichada con él, asintió de inmediato.—Claro, Adrián, ¿qué te g