Capítulo 399
¿Quién hizo que no pudiera apartar mis manos de él?
Realmente, él se hace ilusiones.
Pero si él quiere fantasear, dejémoslo hacerlo. Al final, cuanto más obsesionado esté, más se lastimará.
Quizás esto sea un castigo divino, o tal vez mis padres, desde el cielo, compadeciéndose de mis esfuerzos durante los últimos diez años, hacen que Alejandro no pueda olvidar nuestro pasado.
—Sergio te traerá un móvil en un momento, tú vuelve y descansa bien.— Alejandro dijo y me soltó.
Se alejó, su espalda erguida, igual que siempre.
Antes, ver su espalda me transmitía una felicidad inmensa, ahora me parece surrealista, incluso extraño.
Bajé las escaleras, y al llegar al vestíbulo, Sergio ya estaba allí, —Asistente Carmen.
Ya no soy asistente, pero él todavía me llama así.
Es solo un título, y no lo corregí.
—El presidente Alejandro me pidió que comprara este móvil para ti, es de la marca que te gusta, pero es el último modelo.— Sergio dijo mientras me pasaba una bolsa.
No la acep
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