Capítulo 348
Contuve la respiración.
Al segundo siguiente, otra voz familiar llegó a mis oídos: —María, realmente no quiero estar aquí, solo quiero ver a Alex. Si me permites ver a Alex, me iré y no causaré problemas.
Era Laura.
¡Ella ha venido a Casa Vargas!
Por lo que dice, viene a buscar a Alejandro.
Había llamado a Alejandro, pensando que él se pondría en contacto con Laura, pero parece que me equivoqué.
Esta mujer realmente tiene audacia, atreviéndose a venir a Casa Vargas.
—¿Estás amenazándome? —María no es alguien a quien se pueda intimidar fácilmente.
—María, no es eso, solo quiero ver a Alex. —Laura seguía usando ese tono inocente y frágil.
Los ancianos siempre dicen que no se debe juzgar a una persona solo por su apariencia, y parece que tenían razón.
La primera vez que vi a Laura, pensé que parecía muy inocente, como si el mundo se purificara un poco al mirarla.
Pero resultó ser todo lo contrario.
—Alejandro no está aquí, ya te lo dije. —dijo María, elevando la voz con frustración.
—Sé q
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