Capítulo 229
Sus palabras de repente me trajeron la imagen de Adrián, y también recordé lo que Diego dijo ayer sobre un amigo de apellido Pérez que había hecho una gran inversión.
Lo miré fijamente. —El fuerte hombre del que hablaba el presidente Ignacio, ¿cómo es exactamente fuerte? ¿Tienes un amigo así?
Ignacio tosió ligeramente. —Es difícil de describir, tiene que ser viril, de porte erguido, justo como... sí, como eso...
Señaló hacia la pantalla del restaurante donde se transmitía una noticia sobre un izamiento de bandera.
Mirando a esos abanderados, cada uno con una postura militar impecable, muy rígidos, pensé de nuevo en Adrián y sentí que Ignacio estaba insinuando algo.
¿El presidente Ignacio?
¿Un hombre fuerte?
¿O de descendencia militar?
¿No es eso Adrián?
Miré a Ignacio, quien estaba fijando su mirada en la pantalla grande, pareciendo pensativo. Así que de repente pregunté: —¿El amigo del presidente Ignacio se llama Adrián?
—Sí, ¿qué? —Ignacio me miró. —¿Qué dijiste?
No sabía si realment
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