Capítulo 223
Al abrir la puerta, resonaron unas carcajadas muy estridentes, y de inmediato vi a la persona que ocupaba el asiento principal.
Esa persona... me resultaba familiar.
Diego ya estaba hablando para presentármelo: —Vicente Aguilar, mi compañero de golf y también un buen amigo.
Me quedé mirando al hombre, y recordé su nombre, Vicente.
El hijo de Salvador, ahora a cargo del Grupo Aguilar.
Había investigado sobre él en internet: es aficionado al snooker y ha ganado el campeonato de jugadores amateurs.
En ese momento, no tomé en cuenta que tuviera una relación tan cercana con Diego.
—¿Esta es nuestra hermanita? —preguntó Vicente con una sonrisa.
La palabra "hermanita" sonó amistosa, pero me dio un escalofrío. Aunque su perfil parecía limpio, su padre no lo era, y él tampoco podría serlo.
Así es como no se puede juzgar por las apariencias.
—Carmen, de ahora en adelante llámalo Vicente, y si tienes algún problema o necesitas algo, puedes acudir a él. —dijo Diego mientras me
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