Capítulo 120

Cuando desperté por la mañana, todavía estaba pensando en ese sueño. Era la segunda vez que Adrián aparecía en mis sueños, y no pude evitar preguntarme si alguna vez nos habíamos encontrado. Dejando de lado ese sueño, recordé que la última vez soñé que el hermano que me abrazaba tenía un lunar negro en la espalda, justo como Adrián. Además, ayer él me llamó Carmi, lo escuché claramente, no me equivoqué. Estaba sumergida en mis pensamientos cuando Sofía me sacó de ellos con una pregunta: —Carmen, ¿cómo es que volviste a dormir aquí? Es raro que esta Sofía dormilona se despierte sin la alarma. Sabía a qué se refería, la miré de reojo. —¿Qué quieres decir con "volviste a dormir aquí"? —Solo bromeo —Sofía sonrió pícaramente—. Pensé que habías pasado la noche con Adrián... —¿Qué estás insinuando? —la interrumpí—. ¿Por qué nunca piensas en algo serio? —Son un hombre y una mujer, ambos solteros, ¿qué tiene de malo un poco de amor? —La lógica de Sofía era irrefutable. —Pero no